Estas caracolas mágicas emergen cada que una sonrisa es apagada por la tristeza y la decepción.
Las tomo y las llevo conmigo, para que quienes necesiten un recordatorio de lo que es sonreír, lo tengan siempre presente.
Ayla Manchot
Estas caracolas las recolectamos mi hermana menor y yo en nuestras vacaciones de navidad con nuestra familia en el chulo San Luis Potosí. Aun no las pinto todas, pero pronto podrán ver las cosas que tengo planeadas para ellas.
Disfruten el fin de semana, porque la próxima semana muchos volvemos a clases (como yo n.n°). Así que a seguir disfrutando se ha dicho.
Las veré pronto, comenten y hasta la próxima. ^_^
Hola guapísima, me encantan estas caracolas, son algo estupendo, y muy especiales, me ha gustadomuchísimo esta entrada y que razón tienes, que a veces necesitamos recordar lo que es sonreir, asi que tus caracolas tan especiales, seguro que además van a dar mucha suerte, me encantan!!! Un besinnnnn.
ResponderEliminarQue bueno que te hayan gustado :) Espero que te sientas mucho mejor. Besos y muchos abrazos ^_^
Eliminargeniales!!!me ha encantado la idea...yo vivo en el medio de la Argentina..así que es dificil conseguir caracolas jaja..pero la idea me gusto mucho (:
ResponderEliminarA veces se encuentran cosas así cuando menos lo esperamos, mi hermanita y yo las encontramos en un campo árido, aunque no tenemos idea de cómo llegaron ahí. Gracias por dejarme tu comentario y me alegra que te hayan gustado. Hasta pronto :D
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